Clase 7
¿Quién fue Horacio Quiroga?
Horacio Quiroga es uno de los autores recomendados por los diseños curriculares para que los niños de Segundo Ciclo lean, por ser considerado uno de los mayores cuentistas latinoamericanos de todos los tiempos.
Hoy te propongo conocer algunos datos sobre la vida del autor de los Cuentos de la Selva que leímos estas semanas.
Para eso, te invito que leas un fragmento del siguiente texto escrito por otra autora:
Si tuviéramos que contar un cuento sobre Horacio Quiroga, podríamos empezar así: Había una vez un chico que nació en un pueblo uruguayo llamado Salto. Su segundo nombre fue Silvestre... ¿Sería por eso que anduvo siempre enamorado de la naturaleza y más tarde, concretamente, de la selva misionera? Horacio era un inquieto y un curioso. No podía estar sin andar explorando cosas. Por eso iba mucho al taller de un artesano amigo y aprendió de todo un poco. En esos años se puso de moda la bicicleta y él se dedicó con pasión al ciclismo. Tal es así, que cuando hizo el soñado viaje a París, que todos los escritores hacían por esos tiempos, ¡se presentó a una competencia ciclística con la camiseta de Salto! Los demás escritores iban a tertulias y al teatro y él… ¡a pedalear! Y además, no le gustó París. También se dedicaba a la guitarra, la química y la fotografía. Y gracias a la fotografía, descubrió Misiones, porque su amigo, el poeta Leopoldo Lugones, lo incorporó como fotógrafo a un equipo que fue a recorrer las ruinas jesuíticas. Allí, Quiroga se enamoró del monte, del verde increíble y el rojo de la tierra y el sonido de la libertad de los animales. Esto fue en 1903. En 1906 compró tierras en San Ignacio y en 1909, se casó con su novia Ana María Cirés y se fue a vivir a Misiones. Allí nacieron Eglé y Darío, sus hijos y compañeros de correrías. Al tiempo quedó viudo y aunque en su vida pasaron muchas otras cosas, éste quizá sea el momento más importante. No tuvo miedo de enfrentar ni la selva ni la crianza de sus hijos. [...] Más adelante, Quiroga se volvió a casar y tuvo otra hija, a la que le decían Pitoca. Fue ciudadano argentino y escribió muchos libros que ustedes irán leyendo a medida que crezcan. ¿Cuáles? El desierto, Los desterrados, Anaconda, Cuentos de amor, de locura y de muerte y etcétera”.
Devetach, L. (2003), “Un encuentro con Horacio Quiroga”, Imaginaria, Revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil. N°97. Recuperado de
http://www.imaginaria.com.ar/09/7/quiroga3.htm
· ¿Qué datos de la vida de Quiroga puedes relacionar con los cuentos que leímos? Responde esta pregunta en tu carpeta.
· Completamos la biografía de Horacio Quiroga
Vas a trabajar en torno a la vida del autor de los Cuentos de la selva. Para eso, relee el texto y completa la biografía de este escritor con los datos que faltan.
Horacio………………………… Quiroga nació en..................…………, Uruguay, el 31 de diciembre de 1878.
En 1900 viajó a Europa: primero a Génova y luego a........................………..
En 1903 publicó varios cuentos y viajó con…..........................………..a una expedición a las ruinas jesuíticas de San Ignacio, en la provincia de..........................………..
El lugar lo fascinó. En…........................... se casó y se fue a vivir a Misiones. Allí nacieron su hija…..........................………. y su hijo…..........................………..
Luego de la muerte de su esposa volvió a Buenos Aires y publicó Cuentos de amor, de locura y de muerte (en 1917) y Cuentos de la selva (en 1918).
En 1927 volvió a casarse y tuvo otra hija,…..........................……….. Con su nueva esposa y su hija regresó a Misiones en 1931. En 1937, gravemente enfermo, murió en Buenos Aires.
Ahora te invito a que leas la opinión de la escritora Ana María Shua sobre los ocho Cuentos de la selva
Son ocho cuentos perfectos. “La tortuga gigante” es quizás el más sencillo [...]. En “Las medias de los flamencos”, Quiroga [...] explica por qué los flamencos tienen las patas rojas. “El loro pelado” cuenta la deliciosa historia de un lorito doméstico, acostumbrado a tomar té con leche, que consigue vencer a un tigre. “La guerra de los yacarés” empieza con una frase inolvidable [...]: “En un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil.” Y como somos los yacarés y somos el viejo surubí con su torpedo, no nos preocupa que se hunda el maldito vapor de los hombres. ¡Que se los coman nomás, por irresponsables! Sufrí con “La gama ciega”: ¡esas avispas picando los ojos de la gamita! Pero Quiroga, que no le escapa al drama, también sabe cómo resolverlo. De la “Historia de dos cachorros de coatí y dos cachorros de hombre” recuerdo sobre todo la fascinante vida salvaje de los coatíes. Podría quejarme de la moraleja obvia de “La abeja haragana” si no fuera por ese desafío increíble entre la abeja y la culebra. Y aunque no es el último, dejé para el final “El paso del Yabebirí”, porque todavía se me saltan las lágrimas de emoción cuando llega el carpinchito a salvar al hombre, con el Winchester y la caja de balas en la cabeza para que no se moje la pólvora”.
Shua, Ana María, “Cuentos como árboles”, en Página 12, 22/9/2013. Fragmento
· ¿Qué otro cuento de la selva de Horacio Quiroga te gustaría leer?
· Te dejo el libro “Cuentos de la selva” para que disfrutes de otro cuento de Horacio Quiroga
file:///C:/Users/vero/Downloads/cuentos-de-horacio-quiroga.pdf
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